Crisis en Falconbridge Dominicana: Desafíos Financieros Amenazan la Economía en Monseñor Nouel

Feb 5, 2024

La crisis financiera y administrativa que ha sumido a la empresa minera Falconbridge Dominicana en un estado de parálisis operativa está generando una creciente incertidumbre en la provincia de Monseñor Nouel, de la cual proviene aproximadamente el 80% de sus empleados.

La posible clausura definitiva o la prolongación de la interrupción de las labores en Falcondo no solo impactaría de manera directa a la economía local de la provincia norteña, sino que también enviaría ondas expansivas que afectarían significativamente al producto interno bruto nacional y al sector exportador.

La ralentización de las operaciones, que ya lleva cerca de dos meses, el retraso en el pago del sueldo 13 y la sorpresiva renuncia del presidente de Falconbridge, Ioannis Moutafis, alimentan el temor de cancelaciones masivas en esta productiva provincia que depende fundamentalmente de la minería y la agropecuaria.

Valentín Ramírez, secretario del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Falconbridge Dominicana (Sutrafado), revela que la empresa de capital privado ha dejado de producir durante aproximadamente 64 días. Según él, este estado de inestabilidad no se debe a la falta de mineral o a una caída en los precios del níquel, sino a un conflicto financiero entre los accionistas.

El impacto en el personal es significativo, ya que se encuentran en juego los ingresos de 1,047 empleados directos y cerca de 900 contratistas, sin contar los empleos indirectos generados por la actividad minera en la zona.

Ramírez enfatiza que la incertidumbre se ha extendido a través de la comunidad, afectando no solo a los empleados directos y contratistas, sino también a negocios locales y empleados domésticos que dependen indirectamente de la estabilidad de la empresa. «Es un impacto bastante amplio, porque no son solo los empleados directos ni los contratistas los que sufrirían, también muchos empleados que tienen, por ejemplo, empleada en sus casas, también los negocios se ven afectados. Sufriría la provincia, el país, el Gobierno porque se les paga impuestos bastantes sustantivos», advierte el sindicalista.

Con una plantilla de empleados prácticamente en casa durante un mes sin una explicación convincente sobre su futuro en la empresa, la incertidumbre y la preocupación crecen entre los trabajadores. A pesar de los rumores de un cierre definitivo, algunos empleados continúan ofreciendo servicios esenciales en la planta en turnos rotativos, brindando un mínimo mantenimiento necesario.

Frente a la expectativa generada por la paralización de las operaciones, una comisión de trabajadores se reúne semanalmente con representantes de la empresa en busca de respuestas y soluciones. Aunque la empresa atribuye la suspensión a trabajos de mantenimiento, la explicación no parece convencer a los empleados ni a líderes sindicales.

Rafael (Pepe) Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), ha instado al Gobierno central a garantizar los derechos fundamentales de estos trabajadores y aboga por una salida inteligente a la situación para preservar las operaciones de Falcondo. La comunidad y los trabajadores esperan con ansias una resolución que asegure la estabilidad económica y laboral en la región.

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