El precio internacional del cacao ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos meses, desatando preocupaciones y oportunidades en la industria cacaotera global. Este incremento, que ha llevado el precio por encima de los 10 mil dólares por tonelada, refleja una realidad alarmante: el cambio climático está dejando su huella en una de las materias primas más apreciadas del mundo.

Costa de Marfil y Ghana, responsables de cerca del 60 % de la producción mundial de cacao, han enfrentado serias dificultades en sus cosechas debido a eventos climáticos extremos. La combinación de lluvias excesivas y sequías, exacerbada por el fenómeno de El Niño, ha diezmado sus plantaciones y reducido la oferta global. Como resultado, los precios han experimentado un ascenso vertiginoso.

En el contexto dominicano, esta realidad cobra especial relevancia. A pesar de no ser uno de los principales productores a nivel mundial, República Dominicana ocupa un lugar destacado como exportador de cacao orgánico. Con más de 20 mil productores involucrados y una producción anual de 76 mil toneladas en 2022, el país caribeño se encuentra en una posición privilegiada para beneficiarse de este panorama.

Sin embargo, el aumento del precio del cacao no ha venido acompañado de un crecimiento proporcional en las exportaciones. En 2023, las exportaciones de cacao dominicano sufrieron una caída del 6.72%, reflejando los desafíos enfrentados por la industria local. La inestabilidad climática ha afectado negativamente la producción, lo que ha generado la necesidad de modernizar y tecnificar las operaciones para aumentar la resistencia y la competitividad.

A pesar de los esfuerzos del gobierno, como el plan de acción 2021-2025 destinado a impulsar la producción y las exportaciones, los avances han sido limitados hasta el momento. La capacitación de los productores, la tecnificación de las plantaciones y la promoción de la participación de los jóvenes en la industria son aspectos clave para garantizar un futuro próspero para el cacao dominicano.

En este sentido, el compromiso del presidente Abinader en noviembre de 2020 de declarar de «alto interés nacional» el cultivo y la exportación del cacao es un paso importante. Sin embargo, se requiere una acción coordinada y sostenida para aprovechar plenamente el potencial lucrativo de este mercado en constante evolución.