El escenario político dominicano se prepara para una jornada histórica: el primer debate presidencial en el que un presidente en ejercicio se enfrentará a sus contendientes. Esta situación, vista por algunos como un riesgo, para otros representa una oportunidad para demostrar liderazgo y estar a la altura de las demandas del cargo.

En la política dominicana, es poco común que el presidente o quien esté en el poder se exponga al escrutinio público, especialmente frente a sus oponentes directos. En contraste, figuras como Donald Trump evitaron debates durante su mandato, y hasta ahora, desde la oposición, se exige un cara a cara con el presidente Joe Biden.

Sin embargo, en este caso, el panorama es diferente: tres candidatos principales compiten, con dos de ellos, Leonel y Abel, apuntando hacia una eventual segunda vuelta, mientras que el presidente Abinader busca asegurar la victoria en la primera vuelta, el 19 de mayo, para evitar riesgos en un balotaje.

El contexto actual crea un terreno propicio para un debate intenso, con la posibilidad de que los candidatos compartan propuestas y sean confrontados por sus rivales, quienes buscarán desacreditarse mutuamente.

El resultado del debate y quién se posicionará como ganador o perdedor es un tema subjetivo que generará debate intenso en la opinión pública. ¿Quién tomará la delantera en esta contienda política crucial?