Este lunes, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió con una caída del 6.26 %, situándose en 67.29 dólares por barril, marcando su peor inicio en dos años. La caída se produce tras el ataque israelí a Irán, que evitó instalaciones energéticas, y ha sido interpretado por el mercado como una señal de menor riesgo de conflicto abierto en la región.
A falta de solo ocho días para las elecciones estadounidenses, los precios del crudo en EE.UU. atraviesan su sesión más baja desde julio de 2022. La situación se agrava ante el temor de un exceso de producción liderado por EE.UU. y el plan de la OPEP+ de aumentar su oferta en diciembre, lo cual podría llevar a un superávit global.
Además del crudo WTI, los precios del Brent y el gas natural también registraron caídas, mientras los contratos de gasolina disminuyeron en un 4.24 %.
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