Una explosión sacudió la base militar de Kalsu, al sureste de Bagdad, durante la madrugada de este 20 de abril, informan autoridades iraquíes. La base, en la gobernación de Babel, alberga tanto a las fuerzas locales como a milicias chiítas vinculadas con Irán.
El incidente dejó un saldo trágico: un miembro de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) falleció y ocho personas resultaron heridas, incluyendo a un soldado del Ejército iraquí. Aunque las autoridades mencionaron que el ataque fue perpetrado por «aviones desconocidos», no se ha atribuido oficialmente a ningún grupo.
Por su parte, el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) negó cualquier implicación en el incidente, desmintiendo haber realizado ataques aéreos en la región recientemente. Sin embargo, estas tensiones reflejan la compleja situación geopolítica en la zona.
En el contexto de estas tensiones, un líder político de Hamás, organización palestina, visitó al presidente turco Recep Tayyip Erdogan en Turquía. Este encuentro cobra relevancia en medio de la escalada de conflictos en la región, que involucra no solo a Irak y Estados Unidos, sino también a Israel y Palestina.
El gobierno iraquí, aliado de Estados Unidos pero crítico de sus acciones, ha condenado repetidamente las acciones del Ejército israelí en Gaza. Desde enero, cuando se acordó el fin de la coalición internacional contra el Estado Islámico, Irak ha buscado establecer un cronograma para la salida de tropas extranjeras de su territorio, lo que ha generado tensiones adicionales en la región.
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