El dirigente político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, hizo un enérgico llamado a las autoridades para que actúen con «firmeza y determinación» ante lo que considera una amenaza para la República Dominicana: la crisis migratoria de haitianos indocumentados. Martínez expresó su preocupación por el impacto de esta situación en diversos sectores, desde el sistema de salud hasta la seguridad ciudadana y la soberanía del país.
En un comunicado de prensa, Martínez destacó que «más del 37% de los partos en las maternidades públicas son realizados a mujeres haitianas en situación irregular», lo que representa un fuerte desafío para el ya limitado presupuesto de salud. Según el excandidato presidencial, este flujo migratorio no solo agota los recursos del Estado, sino que también pone en peligro la seguridad y el orden público.
El líder político subrayó que muchas comunidades, especialmente en las periferias de las ciudades y en zonas rurales, están enfrentando el crecimiento de asentamientos irregulares, lo que aumenta la presión sobre los recursos locales y afecta la paz social.
Propuesta de medidas urgentes
Abel Martínez instó al Gobierno dominicano a implementar medidas de deportación masiva para controlar el flujo migratorio y garantizar que aquellos en situación ilegal sean retornados a su país de origen. «Las deportaciones deben realizarse con apego a la ley, pero con firmeza y celeridad», afirmó Martínez, quien advirtió que la presencia de millones de extranjeros ilegales podría desestabilizar la nación.
El dirigente también criticó el «negocio de visados fraudulentos y el tráfico ilegal de indocumentados», que facilita la entrada de inmigrantes irregulares por la frontera con Haití. Hizo un llamado al Gobierno para reforzar los controles fronterizos con tecnología avanzada y aumentar la presencia militar y policial en las zonas limítrofes, con el objetivo de salvaguardar la seguridad y la integridad territorial.
Preocupación por la inseguridad y la convivencia social
Martínez enfatizó que la creciente presencia de inmigrantes ilegales en zonas vulnerables incrementa la percepción de inseguridad y afecta la convivencia pacífica en las comunidades. Según el dirigente, el Gobierno debe actuar para restablecer el orden y garantizar el cumplimiento de las leyes.
«No nos oponemos a la presencia de extranjeros que respeten las normativas migratorias», aclaró Martínez, pero subrayó que la actual crisis requiere una respuesta firme que permita a la República Dominicana retomar el control de su territorio y asegurar un futuro próspero y estable para sus ciudadanos.
Con estas declaraciones, Abel Martínez reafirma su postura frente a la crisis migratoria y su compromiso con la defensa de la soberanía y el bienestar de la República Dominicana.
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