El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aterrizó en Israel el martes para su undécima visita a la región desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás. La llegada de Blinken se produce en un momento crítico, ya que Washington busca reanudar los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego tras el asesinato del líder de Hamás, Yahya Sinwar. Sin embargo, tanto Israel como Hamás parecen firmemente atrincherados en sus posiciones.

La guerra ha continuado más de un año después del ataque masivo liderado por Hamás el 7 de octubre, y el conflicto se ha extendido a Líbano, donde Hezbollah ha iniciado una invasión terrestre. La situación se complica aún más con las amenazas de represalias por parte de Israel contra Irán, tras el ataque con misiles balísticos del 1 de octubre.

La visita de Blinken coincide con un aumento de la violencia en la región, ya que Hezbollah lanzó una serie de proyectiles hacia el centro de Israel y su aeropuerto internacional. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni daños significativos. El ejército israelí interceptó la mayoría de los proyectiles, aunque algunos cayeron en zonas despobladas.

Por otro lado, la cifra de muertos en un ataque aéreo israelí en Beirut ha ascendido a 13, con 57 heridos, incluidos siete en estado crítico. El ataque, que se produjo frente al Hospital Universitario Rafik Hariri, fue dirigido a un objetivo de Hezbollah, aunque las autoridades israelíes afirmaron que no atacaron el hospital en sí.

En esta visita, Blinken se enfocará en Gaza, buscando poner fin a la guerra, liberar a los rehenes en manos de Hamás y aliviar el sufrimiento de la población civil palestina. El Departamento de Estado ha enfatizado la necesidad de aumentar drásticamente la ayuda humanitaria que ingresa a la Franja de Gaza, un tema que se ha vuelto cada vez más urgente.

Las negociaciones entre Estados Unidos, Egipto y Qatar han estado en marcha durante meses para alcanzar un acuerdo que facilite la liberación de los rehenes a cambio de un alto el fuego y la liberación de prisioneros palestinos. Sin embargo, las partes han hecho acusaciones mutuas de imponer nuevas exigencias inaceptables, lo que ha llevado a un estancamiento en las conversaciones.

La situación en la región sigue siendo tensa, y la visita de Blinken podría ser crucial para la mediación de un acuerdo que permita la paz y la estabilidad en medio de la creciente violencia.