La Comunidad del Caribe (Caricom) anunció que supervisará las próximas elecciones generales en Haití, en un esfuerzo por apoyar la frágil transición política que atraviesa el país. Un grupo de personalidades de Caricom se encuentra en la nación antillana para evaluar cómo se está implementando este proceso de transición.
El primer ministro provisional de Haití, Garry Conille, expresó su apoyo a esta iniciativa durante un encuentro con representantes de Caricom. Sin embargo, a pesar de su respaldo a la supervisión electoral, Conille se unió recientemente a otros líderes políticos que dudan sobre la viabilidad de celebrar elecciones generales en Haití para 2026, debido a la compleja situación de seguridad y la lenta respuesta de la comunidad internacional.
Desafíos para la Seguridad y la Transición:
El escepticismo de Conille tiene sus raíces en la lentitud con la que se está desplegando la Misión de Apoyo al Mantenimiento de la Seguridad en Haití, una iniciativa impulsada por la Organización de Naciones Unidas (ONU). El primer ministro señaló que la ayuda internacional llega de manera insuficiente y tardía, lo que genera impaciencia entre la población.
«Tenemos alrededor de 103 policías por cada 100 mil ciudadanos, es obvio que nos falta personal», declaró Conille, subrayando la necesidad de que los socios y vecinos de Haití cumplan con sus compromisos en materia de seguridad. A pesar de la paciencia del pueblo haitiano, Conille advirtió que el equipo encargado de la transición es extremadamente frágil y depende en gran medida de la llegada de este apoyo internacional.
Llegada de Oficiales Kenianos:
El 25 de junio, los primeros oficiales kenianos arribaron a Haití como parte de los esfuerzos internacionales para mejorar la seguridad en el país. Sin embargo, a más de dos meses de su llegada, la situación sigue siendo tensa. La banda criminal 400 Mawozo continúa controlando varias zonas cercanas a la frontera con la República Dominicana, lo que refleja la persistente inseguridad que enfrenta la nación.
Conille enfatizó que, si el país no recibe pronto la ayuda prometida en materia de seguridad, será muy difícil llevar a cabo las elecciones generales en 2026. La incertidumbre sobre la capacidad del gobierno haitiano para organizar unos comicios libres y seguros aumenta, y la comunidad internacional enfrenta crecientes presiones para actuar de manera más decisiva en apoyo a la estabilidad en Haití.
La supervisión de Caricom es vista como un paso importante, pero no definitivo, en un contexto donde la seguridad y la confianza en las instituciones son aún muy frágiles. La nación caribeña espera que los esfuerzos internacionales se intensifiquen para garantizar un proceso electoral que pueda contribuir a la recuperación y estabilización del país.
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