La trágica muerte de tres misioneros estadounidenses, incluyendo a Natalie Baker y Davy Lloyd, hija y yerno del legislador de Misuri, Ben Baker, ha sacudido al mundo. Fueron brutalmente asesinados por bandidos armados que atacaron un orfanato en Lison 49, al norte de Puerto Príncipe, Haití.

Según una publicación en Facebook del grupo Missions in Haiti, al que pertenecían las víctimas, los últimos momentos de los misioneros estuvieron marcados por el terror. «Se necesita oración urgente. Esta tarde, cuando Davy, Natalie y los niños salían de la Juventud en la Iglesia, fueron emboscados por una pandilla de tres camiones llenos de muchachos», relató el grupo.

El relato continuó describiendo la brutalidad del ataque. «Davy fue llevado a la casa atado y golpeado. Luego la pandilla tomó nuestros camiones, cargó todo lo que querían y se fueron. Otra pandilla vino después para ver qué estaba pasando y si podían ayudar, según dicen. Nadie entendió lo que estaban haciendo, no estoy seguro de lo que pasó, pero uno fue asesinado a tiros y ahora esta pandilla entró en modo de ataque total».

Durante el ataque, Davy, su hija Natalie y una tercera persona, Jude, se escondieron al final de la propiedad y utilizaron Internet de Starlink para pedir ayuda. Refugiados en una casa con las ventanas rotas, continuaron escuchando los disparos de la pandilla.

Se llamó a la policía, pero no está claro si llegaron a tiempo. A las 10 de la noche del jueves, los tres aún estaban con vida, mientras las pandillas disparaban desde el exterior hacia las ventanas.

El grupo de misioneros trató de contactar a las autoridades para organizar una evacuación con un vehículo blindado, pero no tuvieron éxito. También intentaron negociar con la pandilla para liberar a sus compañeros, pero sus esfuerzos fueron en vano.

A pesar de estar conscientes de la violencia que azota a Haití, las negociaciones fallaron y los tres misioneros fueron ejecutados a las nueve de la noche, según informó el grupo de misioneros. La noticia ha generado una ola de conmoción y tristeza a nivel mundial, resaltando la peligrosa situación en Haití y el sacrificio de aquellos que intentan brindar ayuda humanitaria en zonas de conflicto.