El movimiento Hezbolá, respaldado por Irán, ha reafirmado su compromiso de seguir luchando en apoyo a Gaza luego de que una explosión simultánea de cientos de bíperes en todo el Líbano, atribuida a Israel, dejara nueve muertos y aproximadamente 2,800 heridos.

Hezbolá aseguró que continuará sus operaciones para defender tanto a Gaza como a Líbano, declarando que habrá un «duro ajuste de cuentas» contra Israel por la explosión y los eventos recientes en la región. Entre las víctimas se encuentran numerosos miembros de este grupo islamista, quienes sufrieron heridas principalmente en el rostro, manos y abdomen, según datos del Ministerio de Salud del Líbano.

Israel no se ha pronunciado sobre los incidentes, que ocurrieron luego de que el país anunciara la extensión de sus objetivos militares hacia la frontera con Líbano, previamente focalizados en la Franja de Gaza y el movimiento Hamás.

La explosión, según informes del diario estadounidense The New York Times, involucró dispositivos procedentes de Taiwán, cargados con explosivos antes de su llegada al Líbano. La empresa taiwanesa Gold Apollo, señalada como fabricante de los aparatos, ha negado cualquier responsabilidad, afirmando que la producción de dichos dispositivos fue realizada por su socio húngaro BAC.

En respuesta a las explosiones, Irán calificó el acto como un «terrorismo» y una «masacre», mientras que Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha negado estar involucrado o tener conocimiento previo del incidente.

La ONU ha expresado su preocupación por el riesgo de una escalada regional y ha instado a todas las partes a evitar acciones que puedan desatar una conflagración mayor. Mientras tanto, el jefe de Hezbolá, Hasan Nasralá, se dirigirá al público en una declaración programada para este jueves, donde abordará los recientes acontecimientos.

El conflicto en la frontera entre Israel y Líbano ha intensificado los temores de una posible expansión de la guerra en Gaza, donde los bombardeos y las operaciones terrestres israelíes han causado la muerte de miles de palestinos. Las tensiones entre Israel y Hezbolá continúan creciendo, lo que podría desencadenar un conflicto de mayor magnitud en la región.