Grupos armados han atacado este lunes el Palacio Nacional en Puerto Príncipe, la capital de Haití. Los funcionarios de la residencia presidencial están encerrados en su interior y los enfrentamientos han dejado cinco policías heridos, según la agencia Efe. El actual primer ministro del país caribeño, Ariel Henry, se encuentra exiliado en Puerto Rico tras las amenazas recibidas por los grupos criminales. Dejará su cargo cuando el consejo presidencial de transición nombre a un nuevo jefe de Gobierno en un país arrasado por las bandas criminales que quieren llegar al poder.
Los tiroteos alrededor de la residencia presidencial han dejado un vehículo blindado de la policía incendiado. Las bandas armadas han extendido el campo de batalla a Champs de Mars, la mayor plaza pública de Haití situada a un costado del Palacio Nacional. La invasión del principal espacio del poder Ejecutivo por parte de los grupos criminales, dirigidos por Jimmy Cherizier, alias Barbecue, busca asestar un golpe para hacerse con el control de Haití.
El primer ministro de Haití, Ariel henry, trató de mantenerse en el puesto a pesar de no poder volver a Puerto Príncipe por las amenazas que Cherizier le lanzó. “Si el primer ministro no dimite, habrá una guerra civil, un genocidio”, llegó a pronunciar el líder criminal y expolicía ante decenas de cámaras de la prensa. La presión de la comunidad internacional obligó al jefe de Gobierno a renunciar, una dimisión que ha pospuesto hasta el momento en el que se forme un nuevo Ejecutivo. Henry lleva más de un mes fuera del país caribeño.
La tarea de conseguir un nuevo primero ministro ha quedado en manos del consejo presidencial de transición que formaron siete coaliciones de partidos políticos y organizaciones sociales de Haití. Un mandatario que recibirá el poder de un Estado desgastado. El principal reto del próximo primer ministro haitiano será hacer retroceder a las bandas criminales que han asumido el poder en muchas zonas de la capital y ahora amenazan con entrar al palacio presidencial.
El último golpe de los pandilleros haitianos fue el saqueo y la quema de la casa del jefe de la Policía Nacional de Haití el pasado 14 de marzo. La escalada de los grupos criminales comenzó durante el Gobierno de Jovenel Moïse, al que un grupo de sicarios colombianos asesinó en 2021. Un magnicidio que empeoró la situación del país caribeño, que se siente abandonado por la comunidad internacional y que ha obligado a más de dos millones de haitianos a salir de su patria.
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