El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció esta semana la suspensión de los aranceles a los alimentos importados de la canasta básica, medida que se aplicará a todos los productos de la canasta básica ampliada y a otros 70 productos alimenticios por un período de diez años. Esta iniciativa busca mitigar el aumento de los precios, pero ha sido criticada por productores y economistas, quienes la califican de «ineficaz».
Bajo su régimen de mano dura, Bukele logró en su primera legislatura reducir la violencia en El Salvador a mínimos históricos en un país asediado por las pandillas. Ahora, el presidente inicia su lucha contra las «mafias empresariales», a las cuales responsabiliza del alza en los precios de los alimentos. En el último año, el precio de los alimentos ha subido hasta un 40%, y 9 de cada 10 verduras consumidas en El Salvador provienen del exterior.
“Casi todas las verduras que se consumen en El Salvador vienen de Guatemala. Los cárnicos y lácteos vienen de Nicaragua. Transportar esos productos es lo que ha generado que se eleve un poco el costo por los precios de los combustibles básicamente”, explicó a RFI Óscar Picardo Joao, director del Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades de El Salvador.
Algunos economistas consideran que la suspensión de aranceles es ineficaz porque la mayoría de estos productos ya tienen una tasa arancelaria del 0%. Además, los agricultores señalan que la medida favorece la importación en lugar de la producción nacional, debilitando el sector agrícola que ha estado «abandonado históricamente». Según Picardo Joao, el sector agrícola ha tenido cuatro ministros diferentes de agricultura en el último quinquenio, reflejando la falta de políticas de apoyo al agro.
Otro factor crucial es el precio de los combustibles. “Es imposible bajar el costo de los productos mientras esté alto el precio de los combustibles. Si baja el precio de los combustibles, probablemente haya una disminución en el comportamiento del mercado. No va a depender de estas medidas que se están impulsando. Algunos han sugerido quitar el IVA, pero tampoco quizás sea una solución prudente”, agregó Picardo Joao.
El 29% de los salvadoreños vive en la pobreza, según datos de las Naciones Unidas. Además, el costo de la canasta básica de alimentos por familia, según el Banco Central de Reserva, es de 256 dólares al mes, mientras que el salario mínimo en varios sectores no llega a los 400 dólares. Atajar la crisis económica es vital para la supervivencia de la población.
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