Amos Hochstein, enviado especial de Estados Unidos para el Medio Oriente, llegó al Líbano este 14 de agosto, advirtiendo sobre el peligro de que las tensiones en la región puedan “salirse de control”. A pesar de la creciente preocupación, Hochstein aseguró que aún es posible evitar una guerra total entre el Ejército israelí y el grupo chiita libanés Hezbolá.
La visita del diplomático estadounidense ocurre en un momento crítico, cuando la guerra en Gaza se intensifica y las amenazas de Irán contra Israel se hacen más evidentes tras el ataque aéreo que resultó en la muerte del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán. Aunque Israel no ha reivindicado ni negado su participación en dicho ataque, las tensiones entre las facciones implicadas han escalado.
Durante su estancia en Beirut, Hochstein se reunió con Nabih Berri, presidente del Parlamento libanés y aliado de Hezbolá, con quien discutió la posibilidad de alcanzar una solución diplomática para evitar una guerra a gran escala. “Seguimos creyendo que nadie quiere realmente una guerra entre Líbano e Israel”, expresó Hochstein tras las conversaciones.
La mediación de Hochstein también se enmarca en las amenazas de represalias por parte de Hezbolá, que ya ha lanzado ataques transfronterizos contra Israel en respuesta a la ofensiva israelí en Gaza. Estos incidentes han aumentado la preocupación de que un error o un ataque involuntario pueda desencadenar una escalada incontrolable.
En paralelo a los esfuerzos diplomáticos, la situación en el terreno sigue siendo tensa. Un reciente ataque aéreo israelí en el distrito libanés de Tiro dejó a 10 personas heridas, tres de ellas en estado crítico, según el Ministerio de Salud libanés.
Hochstein también sostuvo reuniones con el primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Abdullah Bou Habib, donde discutieron un posible acuerdo marco para un alto el fuego en Gaza. “Nos enfrentamos a oportunidades inciertas para la diplomacia, que ahora se orienta a prevenir la guerra y detener la agresión israelí”, señaló Mikati.
A pesar de los desafíos, Hochstein expresó su esperanza de que una solución diplomática aún sea posible, subrayando que “no hay más tiempo que perder” para evitar una escalada que podría tener consecuencias devastadoras para la región.
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