Estados Unidos está llevando a cabo una estrategia arriesgada para presionar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a renunciar al poder a cambio de una amnistía, según reveló una investigación publicada por The Wall Street Journal. La maniobra surge tras la aparición de pruebas contundentes que indican que Maduro perdió las elecciones del mes pasado, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto.

Según el informe, la administración Biden ha discutido posibles indultos para Maduro y sus principales aliados, quienes enfrentan acusaciones por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Una de las fuentes afirmó que «todo está sobre la mesa» para persuadir a Maduro de que deje el cargo antes de que termine su mandato en enero.

Otra fuente mencionó que Estados Unidos estaría dispuesto a ofrecer garantías de no extradición para las figuras clave del régimen de Maduro, en un esfuerzo por asegurar su salida del poder. Esta propuesta representa una oportunidad para la oposición venezolana, que recientemente recopiló recuentos de votantes mostrando que su candidato, Edmundo González, derrotó contundentemente a Maduro en las elecciones del 28 de julio.

Sin embargo, Maduro ha respondido encarcelando a miles de disidentes, manteniendo el control de los militares y utilizando la Corte Suprema, compuesta por aliados suyos, para manejar la crisis electoral. Esto le ha permitido ganar tiempo mientras sigue enviando mensajes contradictorios a Washington. Aunque ha indicado estar dispuesto a dialogar si se le muestra respeto, también ha instado a Estados Unidos a no interferir en los asuntos internos de Venezuela.

El tiempo para llegar a un acuerdo es limitado, con solo cinco meses antes de la investidura presidencial en Venezuela. La situación podría complicarse aún más si Donald Trump gana las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, lo que podría revivir las políticas agresivas que su administración implementó contra Maduro a partir de 2019.

A pesar de la desconfianza de Maduro hacia Washington, las conversaciones han continuado, principalmente a través de encuentros virtuales entre Jorge Rodríguez, presidente del Congreso venezolano y confidente de Maduro, y Daniel P. Erikson, encargado de la política hacia Venezuela en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Hasta ahora, Estados Unidos ha evitado presionar a las compañías petroleras occidentales para que abandonen Venezuela, un gesto que busca mantener el diálogo abierto.