El 8 de agosto de 2024, un potente terremoto de magnitud 7.1 sacudió la región sur de Japón, con epicentro cercano a Nichinan, en la costa oriental de Kyushu. La Agencia Meteorológica de Japón informó que el sismo se registró a las 04:42:55 p.m., hora local (02:42:55 a.m., hora peruana), y ocurrió a una profundidad de 25 kilómetros.

El epicentro se localizó a unos 20 kilómetros al noreste de Nichinan, en la prefectura de Miyazaki, y el temblor se sintió con fuerza en varias regiones de Japón, especialmente en Kyushu, donde se activaron rápidamente los protocolos de emergencia. La magnitud inicial de 6.9 fue ajustada a 7.1, subrayando la gravedad del evento.

En respuesta, Japón emitió una alerta de tsunami para varias regiones costeras, incluidas las prefecturas de Miyazaki, Kagoshima, y Kochi, así como las islas de Tanegashima y Yakushima. Las olas se estimaron en hasta un metro de altura en algunas áreas, y las primeras olas del tsunami fueron detectadas a las 17:01 hora local en el puerto de Nichinan, alcanzando los 20 centímetros. Se registraron olas de 10 centímetros en el puerto de Hyuga y de medio metro en el puerto de Miyazaki.

A nivel internacional, este sismo provocó respuestas y análisis. En Perú, la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra descartó la posibilidad de un tsunami en el litoral peruano, tras recibir un boletín oficial de la United States Geological Survey (USGS) que confirmó que el sismo no representaba una amenaza para las costas peruanas. Sin embargo, las autoridades peruanas mantienen una vigilancia constante ante cualquier eventualidad.

A pesar de la intensidad del terremoto, los informes iniciales indican que no se han registrado daños materiales significativos ni víctimas. Las infraestructuras japonesas, diseñadas para resistir sismos de gran magnitud y las barreras antitsunami, demostraron una vez más su eficacia en la protección de la población. Las autoridades japonesas continúan evaluando la situación en las zonas más cercanas al epicentro para garantizar la seguridad de los habitantes.