El Kremlin ha reaccionado con firmeza a los recientes comentarios de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, quien calificó al presidente ruso, Vladimir Putin, de «dictador asesino». Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, criticó la elección de palabras de Harris, sugiriendo que refleja una «falta de tacto» que, a su juicio, caracteriza a la élite política estadounidense.
La retórica de la política estadounidense
En declaraciones al portal Life, Peskov afirmó que «aparentemente, ese léxico es ahora parte de la cultura política de la élite estadounidense». El portavoz insistió en que Putin nunca ha recurrido a «retórica insultante contra nadie», incluyendo a los líderes de naciones que considera «inamistosas». Esta respuesta subraya la postura del Kremlin ante lo que considera provocaciones por parte de funcionarios estadounidenses.
Críticas a Donald Trump y la postura sobre Ucrania
Harris hizo sus comentarios en el contexto de una crítica hacia Donald Trump, quien, según un libro del periodista Bob Woodward, envió un test de COVID-19 a Putin en 2020 mientras la pandemia afectaba al mundo. Además, la vicepresidenta reafirmó su negativa a negociar la paz en Ucrania directamente con Rusia sin la participación de Kiev.
La embajada rusa en Estados Unidos también condenó las afirmaciones de Harris, interpretándolas como un indicativo de la incapacidad de Washington para infligir una «derrota estratégica» a Moscú en el conflicto ucraniano.
Biden y la ironía del Kremlin
Este no es el primer ataque verbal hacia Putin por parte de líderes estadounidenses. El presidente Joe Biden también ha llamado «asesino» al mandatario ruso, a lo que Putin respondió con ironía, deseándole buena salud. En un tono más ligero, el presidente ruso mencionó recientemente la «sonrisa expresiva y contagiosa» de Harris y bromeó con que Moscú apoyará su candidatura presidencial, un comentario que genera especulaciones sobre el interés del Kremlin en las elecciones estadounidenses.
Implicaciones en las relaciones bilaterales
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia continúan aumentando, y los comentarios de figuras políticas como Harris solo sirven para agravar el clima de desconfianza. Mientras el conflicto en Ucrania persiste, las declaraciones cruzadas entre ambos países reflejan una realidad compleja en la que la retórica política tiene un impacto directo en las relaciones diplomáticas.
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