Durante años, los Dodgers han minimizado la importancia de los juegos de temporada regular, calificándolos como “sólo otro juego” en el calendario. Sin embargo, su primer viaje al Bronx para enfrentar a los Yankees desde 2016 rompió esa tendencia. La energía en el Yankee Stadium era palpable, y el manager de los Dodgers, Dave Roberts, no tardó en señalar que la práctica de bateo se sentía como un juego de octubre.

En una serie que enfrenta a dos de los mejores equipos de las Grandes Ligas esta temporada, los Dodgers lograron una victoria ajustada en el primer juego. Después de 10 entradas dominadas por los lanzadores, un doble de dos carreras de Teoscar Hernández en la 11ª entrada aseguró la victoria de Los Ángeles sobre Nueva York, 2-1, el viernes.

Horas antes del primer lanzamiento, Yoshinobu Yamamoto se mostraba más concentrado de lo habitual. Los Yankees eran los favoritos para firmar al derecho japonés, pero Yamamoto eligió a los Dodgers con un contrato récord de $325 millones. En el montículo, Yamamoto demostró tener algo que probar, lanzando con una velocidad de casi dos mph más en todos sus lanzamientos en comparación con su promedio de la temporada. Consistentemente mostrando 97 y 98 mph, Yamamoto tuvo su actuación más dominante hasta la fecha, ponchando a siete y permitiendo solo dos hits en siete entradas en blanco.

Las sólidas actuaciones de Yamamoto y el bullpen dieron tiempo a la ofensiva de los Dodgers para hacer sentir su presencia. En la 11ª entrada, Hernández aprovechó al máximo su oportunidad, conectando un doble de dos carreras que rompió el empate sin anotaciones. Hernández ahora lidera a los Dodgers con 41 carreras impulsadas esta temporada.

Esta serie entre los Dodgers y los Yankees es más que un simple enfrentamiento de temporada regular; es una prueba de fuego para dos equipos con aspiraciones de campeonato.