El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, arribó a Kazán, Rusia, para asistir a la XVI Cumbre del grupo BRICS, un foro internacional que agrupa a economías emergentes como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Venezuela busca adherirse a este grupo, al que recientemente se han sumado países como Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía.
Maduro viajó acompañado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el ministro de Comunicación Freddy Ñáñez y el canciller Yván Gil. Durante su declaración a la prensa, calificó este viaje como «histórico» y expresó que su participación en la Cumbre tiene como objetivo abordar «la lucha de Venezuela» por un mundo sin «colonialismos, hegemonismos ni imperialismos». La reunión de los BRICS se celebra del 22 al 24 de octubre y contará con la presencia de delegaciones de 36 países, incluidos 22 jefes de Estado, según informó la Cancillería rusa.
Esta cumbre representa un espacio clave para Venezuela, que busca fortalecer sus alianzas internacionales en medio de un panorama político complejo. Mientras Maduro se encuentra en Rusia, en Venezuela continúa la controversia poselectoral tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró a Maduro como ganador, superando al candidato opositor Edmundo González, en medio de acusaciones de fraude electoral. Hasta la fecha, no se han revelado los resultados detallados por centro y mesa de votación.
Los gobiernos de países aliados de Maduro, como Cuba, Nicaragua y Rusia, han respaldado su victoria, mientras que una parte de la comunidad internacional exige mayor transparencia y la publicación de las actas electorales desglosadas. Este conflicto mantiene al país en un clima de incertidumbre política, con llamados internos y externos para esclarecer los resultados de los comicios.
La participación de Maduro en la Cumbre de los BRICS busca reforzar su legitimidad internacional y consolidar relaciones estratégicas con estas potencias emergentes, en un momento crucial para su gobierno.
0 comentarios