Vladimir Putin ha dado inicio oficialmente a su quinto mandato como presidente de Rusia en una ceremonia de toma de posesión meticulosamente orquestada. Esta ceremonia, llevada a cabo en el Kremlin, marca otro capítulo en el prolongado dominio de Putin sobre la política rusa, un país que ha sido moldeado a su imagen desde que asumió el cargo por primera vez hace casi un cuarto de siglo.

El mandato de Putin fue asegurado mediante elecciones en marzo, en las que obtuvo una abrumadora mayoría, garantizándose así otros seis años en el poder, lo que podría extender su gobierno hasta al menos su 77 cumpleaños. Sin embargo, estas elecciones estuvieron marcadas por la ausencia de una oposición creíble, con la mayoría de los candidatos opositores muertos, encarcelados, exiliados o con prohibición de postularse. Desde que lanzó una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, la disidencia en Rusia ha sido efectivamente prohibida.

A la ceremonia de inauguración asistieron los principales líderes militares y políticos de Rusia, pero Estados Unidos y varias naciones europeas optaron por no enviar representantes, calificando las elecciones rusas de farsa. «Ciertamente no consideramos que esa elección fuera libre y justa, pero él es el presidente de Rusia y continuará en esa capacidad», declaró Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, en referencia a Putin.

El quinto mandato de Putin comienza en un momento en el que Rusia enfrenta un creciente escrutinio internacional y críticas por su papel en conflictos regionales y por las preocupaciones sobre los derechos humanos y la democracia en el país. Sin embargo, con su control firme sobre la política interna y una oposición debilitada, Putin parece estar listo para mantener su dominio sobre Rusia en los años venideros.