Durante el mes de octubre, la Dirección General de Migración (DGM) ha repatriado a un promedio diario de más de 1,300 haitianos en situación irregular, totalizando 30,921 personas del 1 al 23 de octubre. Además, unas 10,105 personas han optado por regresar voluntariamente a Haití, sumando un total de 41,026 retornados este mes. Desde enero, la cifra de haitianos repatriados asciende a 213,125, mientras que 173,800 han salido voluntariamente, resultando en un total de 386,925 personas procesadas.
La DGM ha experimentado una reducción en el flujo de camiones que llegan al Centro de Acogida Vacacional de Haina, aunque persisten quejas sobre la lentitud del proceso de depuración. El vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, director general de Migración, reveló que detrás de la migración irregular existe un negocio en el que participan diversos sectores, desde transportistas hasta propietarios de alojamientos, con la participación de civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.
En el último mes, el Ejército de la República Dominicana (ERD) ha presentado ante el Ministerio Público más de 20 casos relacionados con tráfico de indocumentados y mercancías, involucrando a militares, policías y civiles. Como parte de la estrategia gubernamental, se estableció un operativo que busca la repatriación semanal de hasta 10,000 haitianos, en un esfuerzo por controlar la migración irregular en el país.
La intensificación de estos operativos ha generado un aumento en las presiones internacionales. La ONU reconoció el derecho de la República Dominicana a salvaguardar su soberanía y seguridad nacional, pero solicitó un enfoque humanitario para los deportados, subrayando las amenazas y desplazamientos que enfrentan los haitianos repatriados.
En respuesta a la comunidad internacional, el canciller Roberto Álvarez calificó de insensato el llamado a detener las repatriaciones en un contexto de alta inseguridad en Haití, recordando la reciente masacre de más de 115 personas en Pont-Sondé. Álvarez enfatizó que detener las repatriaciones equivaldría a abrir la frontera, incentivando la migración irregular. “Los dominicanos nunca hemos sido causantes de la crisis en Haití. Sin embargo, hemos enfrentado esta crisis, por décadas, prácticamente solos”, concluyó.
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