A sus 41 años, el destacado beisbolista dominicano Robinson Canó no vislumbra el retiro cercano, pero ya está trazando su camino para después de dejar el terreno de juego, inspirado en su compatriota Omar Minaya.
«Me gustaría seguir los pasos de Minaya o incluso superarlo. Trabajar en oficinas, ser asesor o asistente de dueños o gerentes», compartió Canó, jugador de los Diablos Rojos de la Liga Mexicana de Béisbol.
Campeón de la Serie Mundial en 2009 con los Yankees, Canó ya incursionó en el ámbito de la gerencia al convertirse en accionista de Baseball United, la primera liga de béisbol profesional en el Medio Oriente y el sur de Asia. Además, ha participado como jugador en esta liga y planea jugar para uno de los equipos en el 2024.
«Me gustaría asesorar y contribuir al crecimiento de la liga desde las gradas. Todo en la vida tiene su proceso y hay que darle tiempo. Es otra oportunidad para los peloteros que no tienen trabajo en Grandes Ligas», agregó el nativo de San Pedro de Macorís.
Con 17 temporadas en las Grandes Ligas, acumulando 335 jonrones y un promedio de bateo de .301, Canó dejó su huella antes de abandonar la Gran Carpa en 2022 debido a suspensiones por dopaje. Desde entonces, ha seguido jugando en ligas locales y ahora en la Liga Mexicana, donde busca un título con los Diablos Rojos.
Más allá del dinero, Canó enfatiza que es el amor por el béisbol lo que lo mantiene activo a los 41 años, junto con el trabajo duro y constante que aprendió desde el inicio de su carrera.
0 comentarios