El alcalde de Nueva York, Eric Adams, fue acusado el jueves de cargos federales relacionados con la aceptación de sobornos y aportes de campaña ilegales provenientes de fuentes extranjeras. Según los documentos del caso, se alega que Adams «abultó sus ganancias» a través de contribuciones ilegales al abusar del programa municipal de igualación de fondos, el cual ofrece un importante aporte equivalente por cada donación pequeña. Se indica que su campaña recibió más de 10,000 dólares en fondos adicionales a través de certificaciones falsas.

Las acusaciones también señalan que Adams “solicitó y demandó” sobornos, incluyendo viajes lujosos gratis o con grandes descuentos de un funcionario turco que buscaba su ayuda en regulaciones relacionadas con el consulado turco en Manhattan.

La situación se tornó más tensa cuando, horas antes de los cargos, agentes del FBI realizaron una incautación en la residencia oficial de Adams, confiscando su teléfono móvil. Aunque el alcalde no ha sido arrestado, un jurado investigador le ha presentado cargos penales aún no revelados, de acuerdo con dos fuentes anónimas que hablaron con The Associated Press.

El abogado de Adams, Alex Spiro, criticó las acciones de los agentes federales. “Agentes federales aparecieron esta mañana en Gracie Mansion en un esfuerzo por crear un espectáculo (otra vez) e incautar el teléfono del alcalde Adams (otra vez). Hubiéramos entregado el teléfono con gusto”, afirmó en un comunicado.

La mañana del jueves, varios vehículos de las fuerzas federales estaban estacionados frente a la residencia del alcalde mientras los agentes ingresaban. Un portavoz del FBI se negó a realizar comentarios sobre el incidente, mientras que un portavoz de Adams declinó responder a preguntas.

En un discurso grabado desde su residencia, Adams aseguró que enfrentará cualquier cargo en su contra y que se ha convertido en un “objetivo” en un caso “basado en mentiras”. “Lucharé contra esto con cada onza de mi fuerza y espíritu”, prometió.

Aún se desconoce la fecha en la que Adams deberá comparecer ante la corte. Estas acusaciones surgen en medio de una serie de investigaciones federales que han escrutado a varios allegados de Adams, con múltiples allanamientos y renuncias en las últimas semanas.

Se sospecha que las autoridades federales están llevando a cabo múltiples investigaciones sobre Adams y sus principales asesores, en relación con denuncias de recaudación irregular de fondos de campaña y tráfico de influencia en los departamentos de policía y bomberos. En las últimas dos semanas, renunciaron tanto el comisionado de policía como el director del sistema educativo.

Cabe recordar que hace casi un año, el FBI incautó los dispositivos electrónicos de Adams como parte de una investigación enfocada en contribuciones de campaña y su relación con el gobierno turco. Debido a la naturaleza sumarial del caso, no está claro si la investigación actual está relacionada con los mismos temas. En semanas recientes, los agentes federales también incautaron los teléfonos del comisionado de policía, del director del sistema educativo y de otros funcionarios, quienes han negado cualquier conducta incorrecta.