A pocos días de la juramentación de Nicolás Maduro para un nuevo mandato, Caracas se encuentra en un ambiente de tensión política y social, con miles de chavistas concentrándose en varios puntos de la ciudad para marchar en apoyo al presidente electo. El 10 de enero será el día en que Maduro asumirá su segundo mandato tras una reelección que ha sido cuestionada por la mayor coalición opositora, que asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el verdadero ganador y califica el proceso de fraudulentamente.

El chavismo, en apoyo a Maduro, ha instalado tarimas en diversas avenidas de Caracas, donde militantes y simpatizantes se congregan para respaldar la investidura. Además, el presidente contará con la presencia de alrededor de 1,200 delegados de 100 países en el «Gran Congreso Internacional Antifascista», un evento que se celebrará en la misma fecha. Para reforzar este apoyo, entre el martes y miércoles se instaló un campamento que reunió a 10,500 pescadores, campesinos y comuneros provenientes de distintas partes del país, quienes también se sumaron al respaldo al mandatario, según informó el ministro de Agricultura y Tierras, Menry Fernández, a Venezolana de Televisión.

Por otro lado, la líder opositora María Corina Machado hizo un llamado a la ciudadanía a salir a las calles de Venezuela y del mundo para exigir lo que ella considera la victoria legítima de González Urrutia en las elecciones presidenciales. A pesar de la orden de captura en su contra, Urrutia ha prometido regresar al país para liderar la lucha contra el gobierno de Maduro.

El 10 de enero, además de la concentración chavista en Caracas, se han convocado marchas y actividades en varios estados del país, incluidos Zulia, Táchira, Apure y Amazonas, zonas fronterizas con Colombia, así como en la región insular de Nueva Esparta. La jornada contará también con el acompañamiento de los poderes del Estado, incluido el Poder Judicial y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quienes serán parte de la ceremonia oficial, según confirmaron las autoridades.

Mientras tanto, la oposición también ha tomado posiciones en Caracas, con la esperanza de movilizar a grandes multitudes el mismo día de la toma de posesión. Machado ha anunciado su intención de salir de la clandestinidad en la que se encuentra, para unirse a las protestas en la calle, después de su última aparición pública en agosto.

La situación en Caracas sigue siendo tensa, con un incremento de los despliegues militares y policiales en los últimos días, así como estrictos controles de seguridad en las entradas a la capital, lo que refleja la polarización política que atraviesa Venezuela en este momento clave.