La selección de Francia no logró superar a Israel en un partido sin goles disputado en Saint-Denis, marcado por medidas de seguridad excepcionales tras los incidentes en Ámsterdam la semana pasada. Con un estadio resguardado por 4,000 policías y apenas 13,000 espectadores, los dirigidos por Didier Deschamps exhibieron un juego frío y carente de inspiración sin Kylian Mbappé en la cancha.

A pesar de controlar más del 70 % de la posesión y generar 23 remates, Francia no pudo romper la sólida defensa israelí liderada por el portero Daniel Peretz, quien realizó paradas clave, frustrando intentos de Kanté, Kolo Muani y Zaïre-Emery. La falta de fluidez en el juego y los constantes fallos frente al arco mantuvieron el marcador inalterado, destacando la ausencia de soluciones ofensivas.

En los minutos finales, Deschamps introdujo cambios buscando mayor profundidad, pero ni Thuram ni Nkunku pudieron superar al inspirado Peretz, quien se convirtió en el héroe del partido. Con este empate, Francia deja dudas sobre su rendimiento sin su principal estrella y enfrenta críticas por su falta de efectividad en un encuentro que se esperaba dominar ampliamente.