Cuatro centros de internamiento en Mureş, Rumanía, están bajo investigación por el maltrato a 63 menores con discapacidad, quienes vivían en condiciones extremas de desnutrición, abandono y hacinamiento. Las recientes inspecciones a los centros han revelado una serie de irregularidades graves, incluyendo instalaciones insalubres, falta de personal adecuado y ausencia de permisos para operar legalmente.
Las instalaciones, diseñadas para albergar solo 51 internos, albergaban a más de 60 menores, lo que agravaba las condiciones de vida. Las habitaciones de los niños estaban cerradas con pestillos, los colchones estaban en mal estado y los menores sufrían un abandono físico y emocional continuado. Las autoridades locales están tomando medidas para asegurar que los responsables rindan cuentas y garantizar que los menores sean trasladados a condiciones más adecuadas.
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