La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que al menos 1,233 personas fallecieron en las rutas migratorias de América durante el año 2024, lo que representa una reducción del 12 % con respecto al año anterior. A pesar de la disminución, la cifra sigue siendo alarmante y convierte al 2024 en el cuarto año más letal en la región desde que la OIM comenzó a recopilar datos en 2014 a través del Proyecto Migrantes Desaparecidos.
Entre las rutas más mortales, la frontera entre Estados Unidos y México registró 523 fallecidos, mientras que 187 personas perdieron la vida en el trayecto del Caribe a las costas estadounidenses. Además, 174 migrantes murieron en la peligrosa selva del Darién, que conecta Colombia y Panamá.
En el caso de República Dominicana, la OIM documentó 95 fallecimientos en intentos de migración hacia Puerto Rico, estableciendo un récord de muertes en esta ruta marítima. La organización advirtió que las cifras en América son preliminares y que la cantidad real de fallecidos podría ser aún mayor.
Desde 2014, al menos 11,038 migrantes han muerto en las rutas americanas, una cifra que solo es superada por las tragedias en el Mediterráneo (31,722) y en África (16,895). De ese total, 6,439 personas han fallecido en la frontera entre México y EE.UU., 758 en la travesía del Caribe y 542 en la selva del Darién, evidenciando los peligros extremos que enfrentan los migrantes en su intento de alcanzar mejores oportunidades.
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