El Gobierno de Rusia ha iniciado una investigación criminal contra Nick Paton Walsh, principal corresponsal de seguridad internacional de CNN, tras su cobertura en la región rusa de Kursk, actualmente ocupada por fuerzas ucranianas. El periodista, quien fue invitado por el Gobierno de Ucrania, fue escoltado por el Ejército ucraniano a la zona de Sudzha para reportar sobre la incursión y ocupación transfronteriza.

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) emitió un comunicado en el que afirmó haber «iniciado y estar investigando casos penales» contra Paton Walsh y dos periodistas ucranianos adicionales. Las autoridades rusas los acusan de «cruzar ilegalmente la frontera estatal de la Federación Rusa y filmar en el área de Sudzha».

CNN defendió la labor de su corresponsal, subrayando que los informes del equipo han sido «objetivos e imparciales», cubriendo tanto las perspectivas ucranianas como rusas del conflicto. La cadena también resaltó que la actividad de los periodistas está protegida por los derechos otorgados en la Convención de Ginebra y el derecho internacional.

El FSB anunció que los periodistas serán incluidos en una «lista internacional de personas buscadas», aunque no especificó a qué lista se refería.