En un emotivo evento en Las Vegas, Jennifer López, acompañada por la vicepresidenta Kamala Harris, expresó su descontento por los recientes comentarios ofensivos de Donald Trump, que han causado indignación en la comunidad latina. Durante un mitin en el Madison Square Garden, un comediante pro-Trump se burló de Puerto Rico, llamándolo una “isla flotante de basura”, lo que llevó a López a declarar que “no solo los puertorriqueños se sintieron ofendidos, sino todos los latinos en este país”. Con lágrimas en los ojos, la artista enfatizó la importancia de que la comunidad latina se sienta valorada y escuchada, asegurando que «nuestro dolor importa. Nosotros importamos».

El mitin de Harris y López se enmarca en una estrategia más amplia para movilizar a votantes clave en estados disputados como Nevada y Arizona. A medida que las encuestas muestran carreras cerradas, Harris ha incorporado a celebridades influyentes para atraer a los votantes, especialmente a las comunidades negras y latinas. López, con su fuerte conexión cultural y su voz resonante, se convierte en un respaldo significativo para Harris, quien ha prometido proteger los derechos de las mujeres y rechazar las políticas de división de Trump.

Las palabras de López resonaron en un clima político tenso, donde las críticas a Trump no solo provienen de figuras del entretenimiento, sino también de líderes políticos como Harris. En un contexto donde las mujeres están tomando un papel más activo en las elecciones, tanto López como Harris destacaron la relevancia de la voz femenina en la política actual. “Las mujeres tienen el poder de hacer la diferencia en esta elección”, afirmó López, mientras Harris reafirmó su compromiso con la libertad de las mujeres y su derecho a tomar decisiones sobre sus propias vidas.