Durante un encuentro en el Kremlin, el presidente ruso Vladímir Putin protagonizó un momento peculiar al estrechar la mano de la ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Choe Son-hui, por un minuto completo, un gesto que el tabloide británico Daily Express describió como «espeluznante». Choe, visiblemente desconcertada, no esperaba una reunión con Putin, quien cambió su agenda para expresarle su agradecimiento por el reciente envío de 11,000 soldados norcoreanos en apoyo a Rusia en el conflicto en Ucrania.

Durante la conversación, la ministra Choe Son-hui reafirmó el compromiso de su país, destacando que desde el inicio de la «operación militar especial» el líder norcoreano Kim Jong-un ordenó brindar un apoyo incondicional a Rusia. Este encuentro refleja los recientes lazos de cooperación entre ambos países en el contexto de la guerra en Ucrania.

Choe expresó su confianza en que Rusia logrará una «gran victoria» en defensa de su soberanía bajo el liderazgo de Putin, destacando la alianza estratégica que ambos gobiernos han consolidado frente a sus objetivos compartidos.